Contaminación y salud cerebral

En la noticia de hoy queremos profundizar sobre los efectos de la contaminación en nuestra salud desde el punto de vista de otros miembros de la comunidad científica. Actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la contaminación el mayor factor de riesgo ambiental sobre la salud humana, siendo en el año 2012 responsable de un 23% de la mortalidad a nivel global. Con los años se ha podido establecer una fuerte relación entre contaminación y ciertas patologías, y se ha demostrado sus efectos negativos sobre el sistema respiratorio así como el circulatorio, pero hoy en día cada vez más se está empezando a ver que otros sistemas, como puede ser el nervioso o el digestivo, podrían llegar a estar afectados.

Un comentario publicado en la revista científica Nature por las doctoras D.A. Cory-Slechta y M. Sobolewski del Departamento de Medicina Ambiental de la Universidad de Rochester (Nueva York) indica que la contaminación tiene un papel en múltiples afectaciones cerebrales como podría ser el declive cognitivo. Estas afectaciones se pueden producir por mecanismos como la inflamación producida por la presencia de partículas contaminantes que, a la larga, producen daño en las neuronas. Este fenómeno, pero, no se produce por una exposición leve o momentánea, si no con la presencia continuada de contaminantes en el entorno a lo largo de la vida de un individuo. Según la OMS, tal y como se puede ver en el siguiente mapa, casi todo el planeta presenta unos porcentajes de población expuesta a niveles de contaminación por encima de los recomendados por la organización entre el 80 y 100% en el año 2017.

Imagen extraída de la plataforma «Our World In Data«, muestra la proporción de población expuesta a concentraciones de materia particulada (PM) que superan el valor de referencia de la OMS (10 microgramos por metro cúbico al año). Como más oscuro el rojo, más proporción de la población en esa región que está expuesta a niveles superiores a 10 ug/m3/año. Este es el rango más bajo de las recomendaciones de la OMS para exposición a contaminación del aire sobre el que se observan efectos en la salud humana. En España, en 2017, entre un 40 y un 60% de la población se encontraba expuesta a niveles superiores a los recomendados.

En el comentario publicado en Nature también se menciona los mecanismos complejos por los que las partículas contaminantes actúan sobre los órganos y como estos mecanismos pueden afectar especialmente a grupos de la población, como en el desarrollo fetal, ya que es una de las etapas de la vida más vulnerables.

Por estas razones se destaca la necesidad de estudios de cohorte, como el que estamos realizando en BiSC, que profundicen en el impacto de la contaminación no solo en la población general, sino también en grupos vulnerables para poder crear estrategias que permitan reducir la contaminación ambiental y proteger la salud de la población.

Podéis encontrar una entrevista en la que se habla de esta publicación de Nature clicando aquí (contenido en inglés).

Esta noticia ha sido redactada por Adrià Sentís, data manager del Proyecto BiSC.