El equipo de BiSC: espíritu crítico y compromiso con la buena ciencia
¿Te has preguntado alguna vez cómo se configura o condiciona nuestra salud incluso antes de nacer? Esta pregunta se encuentra en el corazón de un campo de investigación fascinante conocido como Orígenes del desarrollo de la salud y la enfermedad. De hecho, el proyecto BiSC forma parte de este campo ya que quiere explorar cómo nuestras trayectorias de salud se ven influenciadas por factores prenatales y de los primeros años de vida.
Sin embargo, durante los últimos años algunos/as científicos/as del campo, como nuestra colaboradora Gemma Sharp de la universidad de Exeter en Reino Unido, han puesto de manifiesto que tradicionalmente este campo se ha centrado mucho y prácticamente únicamente en las exposiciones maternas durante el embarazo. Esto significa que se ha asumido que la salud y el estilo de vida de la madre durante el embarazo son los determinantes más cruciales de la salud futura de su hijo/a. Parece que esta perspectiva podría ser desproporcionada y llevar a conclusiones engañosas o sesgadas, obviando otros factores igual o más importantes, como las influencias paternas o los factores postnatales (que se dan en los primeros meses o años de vida).
Además, la forma de comunicar los resultados de este tipo de estudios a través de artículos científicos o a través de los medios más divulgativos a menudo presenta a las madres embarazadas como responsables individuales de una serie de daños específicos para las generaciones futuras. Esta narrativa ignora a los sistemas sociales y económicos que influyen en los comportamientos de salud y pueden tener efectos coercitivos y limitadores de la autonomía para las mujeres. El sistema patriarcal hace vivir ya la maternidad desde la culpabilidad y el malestar y la ciencia no debería alimentar esto sino facilitar la comprensión de los procesos que le rodean.
Por último, también hay que tener en cuenta que a menudo se pueden situar las preocupaciones por el feto por encima de las de la madre. Por ejemplo, el seguimiento continuo del aumento de peso de una madre durante el embarazo, impulsado por el deseo de prevenir obesidad en el niño/a, puede provocar una ansiedad innecesaria para la madre (que a su vez también es perjudicial por el desarrollo del mismo). Parece que la evidencia de que el aumento de peso de la madre durante el embarazo tiene un efecto causal sobre el riesgo de obesidad de un niño es limitada y la práctica del seguimiento continuo puede no estar basada en la evidencia.
Entonces, ¿cuál es el camino a seguir?
En BiSC, para incorporar este enfoque más equilibrado, colaboramos con científicos sociales (por ejemplo, recibimos la visita al proyecto de la socióloga Sophia Rossman, de la Universidad de München, durante unos meses); tenemos en cuenta los posibles sesgos de publicación; a la hora de comunicar resultados evitamos la
criminalización de los hábitos maternos y abogaremos por cambios estructurales en salud pública de origen político y económico, pidiendo intervenciones de salud más matizadas, efectivas y equitativas; y, sobre todo, estamos comprometidos con la recogida de datos de mejor calidad sobre otros factores que influyen en la salud de la descendencia (muestras paternas, cuestionarios a otros miembros de la unidad familiar, seguimiento de factores ambientales durante los primeros años de vida, recogida muestras postnatales, etc). Así, utilizaremos metodología para examinar la influencia de los factores maternos durante el embarazo en la salud del niño pero también de estos otros factores que pueden ser igual o más relevantes.
Los investigadores del proyecto estamos convencidos de que esto nos permitirá obtener una comprensión más completa y esmerada de la compleja interacción de los factores que configuran nuestra salud y el riesgo de enfermedad desde nuestras primeras etapas de desarrollo.
Referencia: Sharp GC, Schellhas L, Richardson SS, Lawlor DA. (2019) Time to cut the cord: recognizing and addressing imbalance of DOHaD research towards study of maternal pregnancy exposures. Journal of Developmental Origins of Health and Disease. DOI: 10 1017/ . S2040174419000072
La noticia ha sido redactada por Marta Cosin, investigadora del proyecto BiSC.