¿Relación entre el consumo de comida ultra-procesada durante el embarazo en el cerebro del bebé?

 

Estudios con ratones han demostrado que una elevada ingesta de ciertos componentes presentes en alimentos y bebidas ultraprocesadas –como las grasas trans, la sal y algunos aditivos– puede influir en el desarrollo del cerebro durante el embarazo. Además, algunas evidencias científicas sugieren que las decisiones alimentarias de la madre durante la gestación pueden ofrecer al feto una primera exposición a los gustos culinarios de la familia.

Esto hace pensar que los productos ultraprocesados, por su alta palatabilidad y composición nutricional, podrían actuar como un estímulo relevante para el cerebro en desarrollo del feto. ¿Pero cuál es la asociación entre el consumo prenatal de comidas y bebidas ultra-procesadas y el desarrollo cerebral?

Para responder a esta pregunta, el grupo de investigación en nutrición del proyecto BiSC ha analizado el consumo de alimentos ultra-procesados ​​por parte de las madres durante el segundo trimestre del embarazo. Los resultados muestran que un elevado consumo se asocia con un desarrollo diferencial de las áreas cerebrales que procesan la información del gusto en los bebés a los 30 días de vida. Curiosamente, esta asociación está más marcada en el hemisferio izquierdo del cerebro, una zona que también participa en el procesamiento del lenguaje. De hecho, se ha observado que un alto consumo de productos ultraprocesados ​​durante el embarazo también se relaciona con un menor desarrollo del lenguaje a los 18 meses de edad.

Debe tenerse en cuenta que estos resultados no permiten establecer una relación de causalidad. No podemos afirmar que el consumo de ultraprocesados ​​sea la causa directa de estos cambios cerebrales. También podría ser que estemos observando los mecanismos del cerebro que responden ante un elevado consumo de estos alimentos. Además, todavía se desconoce si estos hallazgos pueden tener alguna implicación en las preferencias alimentarias futuras de los niños.

 

Esta noticia ha sido redactada por Nico Ayala, Oren Contreras y Jordi Julvez, del grupo de investigación en nutrición del proyecto BiSC.