Las muestras biológicas de BiSC y su procesamiento!
Sangre, placenta, cordón, saliva, orina, meconio, uñas, cabello … ¿Son múltiples las muestras biológicas que se recogen a lo largo del estudio, pero, donde van a parar todas estas muestras?
Las muestras que se recogen en la consulta, en el hospital o en casa llegan al laboratorio donde son tratados y almacenados de manera específica en función del tipo de material biológico, la aplicación de la muestra o el tiempo de almacenamiento previsto, entre otros aspectos. Algunos ejemplos son las muestras de sangre, las muestras de orina, las uñas o el cabello.
En el caso de la sangre, los tubos recogidos se colocan en un aparato llamado centrífuga que gracias a un movimiento rotatorio permite la separación de los componentes principales de la sangre en función de su densidad. Con este aparato se consigue separar: plasma, suero, glóbulos rojos, leucocitos y plaquetas. Una vez separados los diferentes componentes se almacenan de forma individual y ultracongelados (-80ºC), un tipo de congelación que permite el almacenamiento de muestras durante largos períodos de tiempo y evita la degradación de las biomoléculas presentes.
Por otra parte, en el caso de las muestras de orina, se almacenan en tubos más pequeños y se elabora una mezcla con una pequeña parte de cada orina para conseguir una muestra representativa de la orina de toda la semana, de esta mezcla se mide la densidad y la temperatura. Las muestras diarias se congelan (-20ºC) y la mezcla semanal se ultracongela (-80ºC).
También tenemos muestras como el cabello o las uñas que una vez recogidas no reciben ningún tipo de tratamiento y sencillamente se almacenan a temperatura ambiente hasta su utilización.
Así pues, una vez llega la muestra en el laboratorio es muy importante seguir el protocolo pertinente para garantizar la correcta preservación de la muestra y su utilidad para futuros estudios.
La noticia ha sido redactada por Aida Perramon, técnica ambiental y de laboratorio del proyecto BiSC.